A medida que tu hijo se haga mayor, se le empezarán a caer los dientes de leche y comenzarán a salirle los dientes permanentes. En esta fase, sigue siendo muy importante mantener sus dientes y encías limpios para que crezcan sanos. Como padre, es normal que te preguntes cómo puedes continuar cuidando de los dientes de tu hijo.
Por qué el cepillado es importante para los niños de entre 6 y 12 años
Mantener limpios los dientes de tu hijo es una parte importante de su rutina diaria. Igual que cuando era más pequeño, sus dientes continúan siendo propensos a la caries. Aunque los dientes de leche acaban cayéndose, debes cuidarlos. Los dientes de leche con caries pueden causarle dolor y es posible que haya que extraerlos, lo que hace que las demás piezas se muevan, con lo que el espacio para los dientes permanentes se reduce.
Consejos sobre cómo cepillarle los dientes a tu hijo
En las primeras etapas de la infancia, la técnica para cepillarle los dientes a tu hijo será, en cierto modo, similar a la que usabas cuando era más pequeño. No obstante, entre los 6 y 12 años, hay numerosas etapas que debes tener en cuenta. 6-8 años
- A esta edad, todavía deberías encargarte de cepillarle los dientes a tu hijo. Puedes dejar que intente mejorar su técnica. Sin embargo, todavía deberás cepillarle tú. A medida que se aproxime a la edad de 8 años, puedes empezar a dejarle que se cepille solo, pero debes supervisarle.
- Debe cepillarse una vez durante el día y hacerlo también justo antes acostarse.
- Cepíllale los dientes durante dos minutos con un cepillo manual de cerdas suaves o de dureza media especial para niños. También puedes usar un cepillo eléctrico.
- Aplica una pequeña cantidad de pasta dentífrica con flúor. Se recomienda un dentífrico que contenga entre 1350 y 1500 ppm de flúor y no menos de 1000 ppm.
- Después del cepillado, tu hijo debería escupir la pasta dentífrica, pero no enjuagarse con agua. Así mantendrá la capa protectora de flúor en sus dientes.
9-12 años
- Cuando tenga unos 9 años, puedes dejar que tu hijo se cepille los dientes solo. No obstante, requerirá cierta supervisión. La mayoría de los niños deberían ser capaces de hacerlo por su cuenta.
- Asegúrate de que se cepille durante dos minutos y usando un cepillo manual o eléctrico y una pequeña cantidad de pasta dentífrica que contenga entre 1350 y 1500 ppm de flúor. Puede usar una pasta dentífrica para adultos con total seguridad, en lugar de una especialmente diseñada para niños.
- Después del cepillado, tu hijo debería escupir la pasta dentífrica, pero no enjuagarse con agua. Así mantendrá la concentración de flúor en los dientes.
Consejos sobre cómo facilitar el cepillado
A medida que los niños crecen, es probable que pasen por una etapa en la que resulte difícil que colaboren en el cepillado. El objetivo en esta etapa es que sea constante y lleve una rutina de cepillado regular, especialmente cuando empiece a cepillarse solo. Si aun así te resulta difícil hacer que se cepille, recuerda perseverar y decirle que no cepillarse puede perjudicar a su estado de salud general.
Lo mejor que puedes es asegurarte de que se cepille todos los días por la noche y en otro momento del día. También puedes servir de ejemplo adoptando buenos hábitos de higiene bucal. Si tu hijo ve que te cepillas y usas hilo dental regularmente como parte de tu rutina diaria, le ayudarás a que adopte también buenos hábitos de higiene bucal como una parte importante de su día.
Igual que cuando era más pequeño, recuerda que la rutina de cepillado diaria no siempre tiene que ser perfecta. Si observas que tu hijo está descuidando aspectos básicos de su higiene bucal, debes recordarle lo importante que es cepillarse y usar hilo dental a diario para su bienestar y estado de salud general.