¿Qué debes hacer cuando le salgan los dientes de leche?
Durante la dentición, es posible que el bebé llore más de lo normal y esté de mal humor. Esto se debe a que los dientes emergentes podrían causar dolor y sensibilidad en las encías. Los síntomas típicos de la dentición pueden aliviarse frotando las encías con un dedo limpio, una gasa húmeda o un mordedor frío.
Por otro lado, es hora de empezar a cepillarle los dientes. En cuanto aparecen las primeras piezas, puede haber caries. Por razones de seguridad, los padres o cuidadores deben cepillar los dientes hasta que el niño cumpla dos años. Después, tu hijo podrá «ayudar» a guiar el cepillo. Sin embargo, se recomienda encarecidamente que un adulto continúe cepillándole los dientes hasta que tenga 7 años.
Tan pronto como le salgan los dientes, debe acostumbrarse a lavárselos dos veces al día, una de las cuales antes de acostarse por la noche. Un hábito eficaz es cepillarle los dientes con una pequeña cantidad de dentífrico con flúor, como la pasta dental Oral-B Pro Kids 0-6 años, usando un cepillo de dientes de tamaño infantil con cerdas suaves, como el Oral-B 0-2 años. Al terminar, es poco probable que el bebé pueda escupir la pasta de dientes, así que pásale un trapito por la boca para quitarle el exceso. Tragar la pasta puede darle dolor de barriga o diarrea. También puede provocar fluorosis, que son unas manchas blancas en los dientes de leche que se producen por un exceso de flúor en el organismo.
A partir de los 3 años, se puede usar un cepillo eléctrico, como el Oral-B 3+ (disponible con personajes de Frozen o Spiderman), siempre que quien cepille los dientes sea uno de los padres.