Los dientes de leche necesitan el mismo cuidado y limpieza cotidianos que los permanentes. Si tu hijo tiene caries en los dientes de leche, la misma bacteria atacará los dientes permanentes, lo que aumenta enormemente las probabilidades de que padezca problemas de salud bucal de mayor. Lamentablemente, la caries infantil ha ido en aumento en los últimos años y en la actualidad se ha convertido en la enfermedad crónica más común de la infancia. Por eso, es importante saber identificar los síntomas de deterioro dental, conocer las causas y averiguar cómo prevenir y tratar la caries infantil.
Síntomas iniciales de caries en niños pequeños
La mejor manera de saber si un niño presenta síntomas de caries es mirarle las encías. Si empiezan a estar rojas o inflamadas, es muy probable que tenga bacterias dañinas atrapadas en los dientes. Otro factor al que prestar atención es si sangra: si al acabar de cepillarle los dientes hay sangre en el lavabo, sería conveniente pedir cita con un dentista. Sin embargo, los signos de caries pueden ser muy difíciles de identificar si no se dispone del material adecuado, por lo que deberías llevar a tu hijo al dentista una o dos veces al año.
¿Qué causa las caries en los niños pequeños?
Hay muchos factores que pueden influir en la salud bucal de las personas, pero, en el caso de los niños pequeños, hay dos culpables clave a la hora de provocar las caries. El principal es el consumo de grandes cantidades de bebidas y alimentos azucarados. Cuando tu hijo come o bebe algo que lleva azúcar, las bacterias en la placa dental descomponen ese azúcar en ácidos que dañan el esmalte. A medida que el esmalte se debilita, comienzan a formarse agujeros. Esos agujeros son las caries.
Por otro lado, consumir azúcar poco a poco durante períodos dilatados de tiempo perjudica más a los dientes que ingerirlo de golpe. En este sentido, las tazas antiderrame o antigoteo para bebés son la segunda causa de caries infantil. Si le das de beber todo el día cualquier cosa que no sea agua en una de estas tazas de aprendizaje, el azúcar se le acumulará lentamente alrededor de los dientes, de modo que los ácidos tendrán aún más tiempo para actuar. Por lo tanto, se recomienda que los niños dejen de usar las tazas de bebé y los biberones antes de los 12 meses, de modo que, si todavía se los das, conviene ir quitándoselos.
Tratamiento de caries en niños pequeños
¿Qué sucede si te dicen que tu hijo tiene caries? En primer lugar, no te preocupes, porque hay tratamientos seguros y eficaces para evitar que vaya a más. En función de la gravedad del deterioro bucal del niño, se puede hacer un empaste o poner una corona. Para ello, se utilizan anestésicos no nocivos como inyecciones de procaína o incluso pequeñas cantidades de gas hilarante. Habla con el dentista de tu hijo para escoger la mejor opción.
Cómo evitar las caries en niños pequeños
Sabemos que la idea de exponer a un hijo a una intervención dental puede dar miedo tanto a los padres como a los pequeños. Por eso, a continuación detallamos algunas medidas fáciles y eficaces que puedes adoptar todos los días para asegurarte de que no tengan que pasar por una operación.
Cepillado: al igual que los adultos, los niños deben cepillarse los dientes al menos dos veces al día. Aplica una pequeña cantidad de pasta dentífrica con flúor en un cepillo de dientes infantil. Prueba el cepillo eléctrico Oral-B 3+ o, si te resulta más cómodo, el cepillo manual Oral-B para niños de 3-5 años.
Consumo de azúcar con mesura: evita las bebidas y los alimentos azucarados como los caramelos, el chocolate, las galletas o la fruta deshidratada como las uvas pasas. No hace falta restringir estos alimentos por completo, pero sí es conveniente consumirlos ocasionalmente, como un pequeño capricho a la hora de comer, cuando es más probable que la saliva sea capaz de lavar el azúcar y minimizar el daño que causa. Entre comidas, puedes darle cosas para picar con bajo contenido de azúcar, como colines, galletas saladas, queso o fruta fresca.