¿Necesito ponerme brackets?
El dentista suele recomendar los brackets para mejorar la apariencia “orofacial” física del paciente. Los tratamientos ortodónticos sirven para corregir problemas como los dientes apiñados o torcidos, el retrognatismo y el prognatismo, la posición incorrecta de la mandíbula o los trastornos de la articulación temporal.
¿Cuál es la edad adecuada para llevar brackets?
Los pacientes con problemas ortodónticos pueden beneficiarse de estos tratamientos desde temprana edad. La edad ideal para ponerse brackets está entre los 10 y los 14 años, cuando la cabeza y la boca aún están en fase de crecimiento y es más fácil enderezar los dientes. Sin embargo, las modificaciones en la apariencia facial pueden ser traumáticas para los niños en esa delicada franja de edad, así que los padres deben hablar del tema con sus hijos antes de tomar la decisión. Hay que tener en cuenta que los brackets no son solo para niños. Cada día un mayor número de adultos lleva brackets para corregir problemas menores y mejorar sus sonrisas.
¿Qué tipo de brackets voy a necesitar?
Tu dentista sabrá qué aparato es apropiado para tu problema, pero como paciente siempre tienes elección. Suele haber tres tipos de brackets: el tipo más popular son los brackets metálicos o de plástico, que se adhieren a los dientes y pasan mucho más desapercibidos. La ortodoncia “lingual” consiste en brackets que se unen a la parte posterior de los dientes, ocultos a la vista. Las bandas metálicas son el tipo clásico que más parte del diente cubre, ya que rodean el diente. Todos usan alambres para mover los dientes hasta la posición deseada.
¿Cuánto tiempo tendré que llevarlos?
Depende de la planificación de tu tratamiento. Lo normal es que se necesite más tiempo cuanto más complicado sea el problema de espacio o la mordida y según la edad. La mayoría de los pacientes pueden calcular entre 18 y 30 meses de ortodoncia completa, seguida de la colocación de un retenedor desde unos meses hasta dos años para fijar y alinear los tejidos que rodean los dientes reposicionados. Algunos pacientes tendrán que llevar un retenedor permanente si no desean que su mordida vuelva a la posición inicial.
¿Es un tratamiento incómodo?
Los alambres de conexión se tensan en cada visita y soportan una presión leve en los brackets o bandas para desplazar los dientes o mandíbulas gradualmente hasta la posición deseada. Puede que sientas un ligero dolor en los dientes y la mandíbula tras cada visita, pero no dura mucho. Es posible que haya que extraer algunos dientes para hacer hueco para los dientes desplazados por los brackets y para conseguir un alineamiento mandibular correcto.
¿Quién me someterá al tratamiento ortodóntico?
Tu dentista habitual es el encargado de coordinar tu tratamiento dental, que podría incluir un tratamiento ortodóntico, que consta de diagnóstico, pruebas y algunos procedimientos ortodónticos. No obstante, tu dentista podría recomendarte a un ortodoncista, un especialista en el desarrollo, prevención y corrección de las irregularidades relacionadas con las anomalías faciales, los dientes, la mordida y las mandíbulas.